La revolución tecnológica impulsada por internet ha cambiado radicalmente la manera de relacionarse y comunicarse en la vida de millones de personas. Las redes sociales son el ejemplo más significativo de esta transición a gran escala. No en vano, Internet se sustenta de una forma muy significativa de todo el universo social media.
https://es.statista.com/grafico/26428/tiempo-medio-diario-global-dedicado-a-las-redes-sociales-por-usuario-de-internet/Según el informe de 2021 de Statista Digital Economy Compass, el tiempo medio que emplea diariamente un internauta en las redes sociales es de 142 minutos. Este dato cobra todavía una dimensión mayor al ver cómo ha crecido en los últimos años: en 2012 se registraban una media de 90 minutos.
En buena parte la pandemia puede explicar este fenómeno. Hasta marzo de 2020, la experiencia online del usuario medio se basaban en el entretenimiento, el juego, la interacción social y la búsqueda de información (incluidas las compras).

El covid-19, sin embargo, obligó a millones de personas y a las empresas a convertir internet en una inabarcable oficina de trabajo. Las interacciones en el mundo laboral la mayoría de las veces tuvieron que ser virtuales. Al tiempo, las compras online movilizaron cientos de millones de entregas de paquetes. Y los abuelos hubieron de conformarse cono conocer a sus nietos recién nacidos a través de una pantalla.
Por lo tanto, las redes sociales de todo tipo sustituyeron a las visitas, a las quedadas en restaurantes, a las fiestas e incluso a las citas con los médicos.
Reinventar el uso de las redes sociales
A medida que el impacto de la pandemia afectaba a la economía del mundo físico y desvió las ganancias hacia las compras online, (con sumas extraordinarias para Amazon y otras tiendas online), los tecnólogos y los expertos en marketing comenzaran a preguntarse qué vendría después en el ingente mundo social media.
Bastaba con echar un vistazo a cómo se estaba reintentando la tendencia del uso de las redes sociales. Periscope y Meerkat allanaron el camino para la transmisión en vivo; Snapchat se adelantó a los Stories. Y Facebook Horizon empezó a tomar forma de metaverso, encaminándose a la de un software en el que las personas pueden explorar, interactuar con otros usuarios e incluso crear comunidades.
Dicho de otro modo, estos ejemplos manifiestan cómo la tecnología y la innovación que nacen en internet migran inevitablemente a lugares de reunión de las redes sociales de miles de millones de usuarios.
¿Es el metaverso lo siguiente?
La pandemia no ha hecho sino acelerar el siguiente salto evolutivo de internet. En unos pocos meses la transformación ha sido de tal envergadura que hubiese tardado varios años en asentarse en condiciones normales. Algunas empresa tecnológicas llevan años preparándose; a otras les ha pillado desprevenidos. Pero en cualquier caso, es el momento del metaverso, es decir, de la convergencia de la experiencia del mundo físico y la experiencia digital.
Lo que nació como un concepto de ciencia ficción, acabó adoptándose tiempo después para designar una nueva visión de la tecnología que ahora tiene un papel protagonista en todos los debates sobre el futuro. Redes sociales y metaverso van de la mano.

Mientras intentamos asimilar y comprender todas las implicaciones del metaverso en general y de las redes sociales en el metaverso en particular, deducimos que probablemente aún no se puedan terminar de definir, pero sí hay que tener en cuenta que esta experiencia trae cambios igual de transformadores en la forma en la que usamos las redes sociales.
El escritor Neal Stephenson acuño el término metaverso en su novela de 1992, Snow Crash, antes de que existieran muchas de las tecnologías de internet y las redes sociales. Todavía hay no hay unanimidad sobre que el metaverso exista. No es internet y los móviles, o no solo eso; se concibe como la suma interactiva e interconectada de todas las experiencias digitales. Por lo tanto, algunos dicen que el metaverso existe, pero limitado por nuestra tecnología disponible para respaldar la experiencia digital.
En esta visión el metaverso sería un término aspiracional para tratar de captar hacia donde podría llegar la tecnología algún día. No hay una visión acordada del metaverso por venir, pero hay bastante acuerdo en que englobaría todo el cómputo de experiencias generadas digitalmente.
Eso sí, sería realidad virtual, pero no como experiencias breves de trabajo y juego, sino entendida con persistencia y equilibrado la experiencia del mundo físico con el interactivo.
El metaverso puede existir
Una manera de analizar cómo podría evolucionar el metaverso es ver las aplicaciones y los teléfonos como 1D, Zoom como 2D y los juegos de vanguardia como Fortnite como 3D. Fortnite es un juego gratuito de Battle Royale con modos de juego que incluyen todas las franjas del jugador.
Los jugadores pueden asistir a un concierto, construir una isla paradisíaca (o un infierno) o luchar en guerras. La experiencia es inmersiva; el individuo existe y actúa en el mundo digital; el individuo que vuelve a la realidad física no deja de existir en el mundo digital.
Entonces, ¿es el metaverso un juego? ¿Enciendes el ordenador, visitas ese mundo y vuelves a la realidad a almorzar? La respuesta que defienden los fieles al metaverso es que primero hay que definir qué es un «juego» ¿En qué momento el juego del metaverso constituye un mundo de experiencia, relaciones, trabajo y juego, todos recuerdos vivos, que se interrelacionan con el juego de la vida?
Comprar en la era de las redes sociales y el metaverso
Ni siquiera hace falta especular sobre ciertos aspectos que tienen implicaciones con las redes sociales y el metaverso, porque ya se están implementando. Sin ir más lejos, el metaverso ya ha penetrado en el e-commerce, y con él, en el social media marketing.
En la persistente realidad virtual 3D del metaverso, la experiencia de comprar digitalmente converge con las compras en tiendas físicas. Las tiendas se han estado moviendo en esta dirección en la web durante más de una década, claro está, pero ¿qué pasa si el comprador online ahora puede vivir la misma experiencia digital que si fuese a una tienda? ¿Significa esto el fin de las compras físicas o deben acoplarse a la nueva realidad?
No sabemos por ahora en qué medida la evolución de la realidad aumentada y virtual, con la introducción de las experiencias sensoriales, cambiará la interacción del comprador con la mercancía a través de internet ¿Se podrán tocar, probar…?
Es difícil imaginar, pero seguramente la Generación Y (y sus antecesores) nunca hubieran tenido en mente que un teléfono sin cables sería como un apéndice en que llevarían en el bolsillo a cualquier lado.
Redes sociales y metaverso
Lo mismo ha ocurrido con las redes sociales. Desde que en 1995 naciera Classmates.com con el objetivo de ayudar a la gente a dar con antiguos compañeros de la guardería, del colegio, el instituto o la universidad ha llovido mucho. Esta fue la primera red social de la historia, y sin embargo, hasta 1997 no se reconoció la existencia de la primera plataforma social: SixDegrees.com, una plataforma cuya finalidad era poner en contacto a amigos para que interactuaran a través de mensajes.
Sea cual fuese su origen, las redes surgieron del deseo de unir a las personas. A día de hoy esto no ha cambiado, aunque la evolución que han registrado dan cabida a que también contemplen muchas más funciones.
Las redes sociales, tal y como las define la RAE, “son un servicio de la sociedad de la información que ofrece a los usuarios una plataforma de comunicación a través de internet para que estos generen un perfil con sus datos personales, facilitando la creación de comunidades con base en criterios comunes y permitiendo la comunicación de sus usuarios, de modo que pueden interactuar mediante mensajes, compartir información, imágenes o vídeos, permitiendo que estas publicaciones sean accesibles de forma inmediata por todos los usuarios de su grupo”.
En ellas, por tanto, se pueden compartir ideas, pensamientos, información, recomendaciones, hacer publicidad e incluso comprar un producto.
Las redes sociales en las empresas
Hoy por hoy, para un negocio, abrirse un perfil en Instagram, Facebook o LinkedIn, equivale a darles visibilidad a sus productos o servicios ante millones de personas, que acceden a su portafolio de manera inmediata, sencilla y cómoda. Es por eso que suponen un canal de comunicación fundamental actualmente.
Además de la visibilidad que aportan las redes sociales, brindan otra ventaja tanto para los clientes como para las empresas, y esa es la facilidad de contactar directamente con los usuarios.
También pueden ayudar a diseñar una imagen de marca positiva, acercarse a la audiencia a través de la personalización de mensajes, ofrecer un servicio de atención al cliente personalizado…
Redes sociales en la era del metaverso
Sin embargo, no basta con estar, también hay que evolucionar de forma paralela a ellas. Las redes sociales están en constante cambio, van adaptándose las necesidades de los usuarios, así como a las tendencias del momento. Y en esas tendencias se encuentra el metaverso.
De hecho, en base a ese universo virtual han surgido nuevas redes sociales, como estas.
Woonkly
En esta metasocial network descentralizada basada en NFT el contenido que se publica se convierte ipso facto en un token no fungible. Así, los usuarios pueden comprar o vender publicaciones de manera directa y rápida, a un precio fijo o mediante subasta, usando su propia moneda, el token WOOP (Woonkly Power). Esta red funciona con la tecnología blockchain y el sistema de contratos inteligentes.
Horizon Worlds
Mucho más conocida es la plataforma de realidad virtual de Meta. Los usuarios de Horizon Worlds pueden crear espacios propios, pasear con sus avatares e interactuar con otras personas en un entorno de dibujos animados. Con ese propósito pueden conectarse mediante las gafas virtuales específicas y propias de la compañía, las Oculus Quest Pro.
Tunel
¿Ganar dinero al publicar en una red social? Tunel lo hace posible. Y es que los comentarios, me gusta y demás reacciones de una publicación se traducen en ingresos para el usuario. Ese es el objetivo de esta herramienta en la que sus usuarios pueden ganar criptomonedas al interactuar o vender sus publicaciones como NFT.
Caffeine
Se trata de una aplicación de setraming social parecida a Twitch, cuyo uso está diseñado para juegos, entretenimiento y artes creativas y que permite al emisor o los espectadores participar a tiempo real. Sin embargo, es mucho bastante más sencilla, rápida y flexible, puesto que sus impulsores son dos ex trabajadores de Apple que pretenden mantener la filosofía de Steve Jobs de que los productos sean lo más simples posible.
Tanto es así que no se considera una herramienta exclusiva para gamers; por contra, permite que cualquier persona hable del tema que quiera, asemejándose mucho a los vlgos que popularizó YouTube.
Supernova
Esta plataforma que toma el nombre de la explosión estelar más grande que los humanos hayan contemplado jamás se auto define como una “alternativa ética” a Facebook e Instagram.
El motivo es que, aunque el funcionamiento es muy parecido al de estas herramientas, diferencia de ellas en que el 60% de sus ingresos por publicidad van a parar organizaciones benéficas internacionales relacionadas con la salud, los derechos humanos, los animales, o el ecologismo.
Además, sustituye los likes por votaciones, con la intención de fomentar la palabra “gracias” en lugar de “me gusta”.